martes, 20 de octubre de 2009

HORRIBLE AMBIENTE URBANO


Antes que aparezcan las lluvias, esta mañana, me he detenido a contemplar en forma muy consciente el aspecto urbano y estético que luce nuestra Plaza de Armas o Plaza Principal, como lo llaman otros.

Me he ubicado frente a la Gobernación, desde ahí me he fijado que la tradicional Plaza de Cabana luce un horrible ambiente urbano. Mire bien la foto y me darán la razón.

Vamos por el lado de la calle Mercaderes (derecha). Allí se observan tres casas antiguas, sus techos a dos aguas, con tejas, paredes enlucidas con yeso y de dos pisos, más su terrado. Para terminar, el hotel 'Comercio' de don Demóstenes Alvarado de tres pisos, con sus clásicos balcones hacia la calle. Adjunto a este hotel, aparece otra casa, de dos pisos, pero con techo de calamina. ¿Qué armonía se aprecia en este conjunto de edificaciones? Ninguna.. Es horrible este tipo de edificios. ¿Quién permitió esta obra? Ud, ya lo sabe. Para qué dar nombres, son harto conocidos.

Ahora bajamos por la Calle Trujillo. Es el peor impacto estético que tengo de estas edificaciones. Una casa de dos pisos, otra vez con calaminas. Al costado otra; con techo de tejas rojizas. Al centro un insulto a la identidad y estética de la Plaza de Cabana. Un edificio de cinco pisos (incluida su terraza). De material noble. Más parece un edificio costeño que andino. Ustedes ya saben quien permitió tremenda obra. Seguramente para otorgar la licencia estuvo de por medio una recompensa económica. Ni el mínimo sentido estético se tuvo en cuenta. ¡Ay! poderoso caballero es don dinero. Para terminar este sector, se ve la antigua Casa Cano: techo a dos aguas, pero con calaminas. Otra vez se rompe la estética urbana.

Damos la vuelta por la calle San Jerónimo y miren al Museo Zonal. Edificio de tres pisos, con techo entejado. ¿Se rompió o no la estética? ¿En qué cabeza surgió esta idea de romper la armonía del paisaje? Decir el nombre del Alcalde que permitió la edificación es harto ocioso. El tiempo y sus gentes ya lo están juzgando. Como QUIÑICOMBO, por ejemplo.

Ahora observo la Plaza misma. ¡Horrible! ¡Cemento y más cemento! Copia de esas construcciones de un parque zonal. La antigua, la botaron, la destruyeron sin miramiento alguno. Fue al amancer de un día horrible para los cabanistas. Obra que la cumplió el alcalde TEÓFILO MARTIN ESPINAL REYES. Corrió mucho dinero. Se benefició una empresa constructora que nunca dejó su razón social.

Seguimos mirando nuestra Plaza. ¿Hay jardines? ¡No! ¿Por qué se levantaron arcos de cemento? ¿Qué significado tienen para los cabanistas? ¿Son arcos del triunfo o de la estafa al pueblo? ¿En qué condiciones ha quedado nuestra recordada Glorieta? ¿Luce acaso su encanto de antaño? ¡Horrible! ¡Muy horrible! Ha quedado confundida en un bosque de arcos y postes de luz artificial.

En fin, la Plaza de Cabana luce un HORRIBLE AMBIENTE URBANO.

¿Que se merecen los comprometidos en estos errores? ¿Aplausos? Jamás. ¿QUIÑICOMBOS? Por siempre.


1 comentario:

  1. tienes toda la razon amigo pero que lo pasó a la historica plaza de los años 90 que visite cabana, hoy se una imitacion de una plasuela de un barrio marginal de chimbote, estos incapaces de los alcaldes, construyen y lo reconstruyen para poder robar la plata de nuestros pueblos, eso pasa en Pampas, Conchucos, que hacen veredas y lo rompen para que buelvan a construir, y eso por el mando de Martinazo, es su patron de esta jauria de rateros.

    ResponderEliminar